IBAN. Concepto y utilidad para la identificación de cuentas bancarias en operaciones internacionales

El International Bank Account Number (o IBAN) es una serie de caracteres alfanuméricos que identifican una cuenta determinada en una entidad financiera en bastantes países del mundo (y especialmente en Europa). Es decir, a cada cuenta le corresponde un único IBAN y a través del IBAN se identifica el país, la entidad, la oficina y la cuenta. Se trata de un estándar (EBS204) del Comité Europeo de Estándares Bancarios,1 que a su vez cumple con el estándar ISO 13616.

El objetivo del IBAN es facilitar el tratamiento automático de pagos y cobros transfronterizos. El IBAN incluye unos dígitos de control, con lo que al teclear el IBAN se puede detectar si ha habido algún error al teclearlo, evitando los problemas, costes y tiempo perdido, que esto generaría.

El IBAN consta de un máximo de 34 caracteres alfanuméricos. Los dos primeros son de carácter alfabético e identifican el país según su código ISO, para España es «ES». Los dos siguientes son dígitos de control y constituyen el elemento de validación de la totalidad del IBAN. Los restantes son el número de cuenta, que, en la mayoría de los casos, identifica además la entidad y la oficina. A modo de anécdota, los más cortos son Noruega y Bélgica, con 15 y 16 caracteres, y los más largos son Malta con 31, seguido de Bahrein y Mauricio con 30; y en el caso español son 24, los 20 del CCC precedidos por ES y los dos dígitos de control.

Los dígitos de control del IBAN se calculan con un algoritmo para reducir las letras y números a un número que se divide por el mayor numero primo de dos cifras: 97, la diferencia entre 98 y el resto de la división multiplicado por 97 forma los dígitos de control. De esta forma si vemos un dígito de control igual a 00 ó a 99, obviamente tiene que ser falso.

A continuación se listan los 59 países que ya utilizan el IBAN (agosto 2012) y su estructura: